HÉCTOR CEDIEL GUZMÁN: ALMA Y NERVIO DE A TRABAJAR POR COLOMBIA

Es notable su capacidad de trabajo, tan desarrollada, que ni siquiera cuando recientemente estuvo internado en la clínica por una intervención quirúrgica, detuvo su actividad laboral. Su mente continuó organizando estrategias, con su celular seguía enviando mensajes, intercambiando propuestas, contactos, ideas… Así es que el nombre de la Fundación que preside hace justicia a la principal característica de su liderazgo.

FOTOS JUAN CARLOS GUERRERO BELTRÁN

LOCACIÓN NH COLLECTION BOGOTÁ TELEPORT ROYAL

“Soy un muchacho de 72 años; fui un lesbiano honesto, casado y “arrejuntado” en segundas nupcias. Me casé con una mujer maravillosa, tuvimos una hija y un hijo, hoy financieros cuarentones, exitosos, y tengo 3 nietos hermosos. Aún me pregunto: ¿Por qué me echó, si era tan buen muchacho? Otra hijita encantadora nació de una relación después de separarme, ella viaja por el mundo como azafata de Emirates.

“Al empezar la pandemia me invitó a compartir su apartamento una amiga filósofa, literata, y desde entonces ha sido una maravillosa compañía. Me motivó a crear la fundación con un pequeño grupo de “cuchachos” Uniandinos, para aprovechar nuestras experiencias y relaciones.

“Cursé estudios generales en Los Andes, pero ´por exceso de alto promedio´, me sugirieron una retirada honrosa. Estudié Mercadotecnia y Publicidad en la Universidad Jorge Tadeo Lozano y en el Sena. En realidad, me cogieron esos años locos del jipismo. Fui de los fundadores del famoso Pasaje de la 60 y aún hoy me pregunto: ¿cómo pretendí estudiar Ingeniería? Pensé en mis hermanos, uno mayor que estudió Arquitectura, y otro menor, brillante, ingeniero mecánico de Los Andes. Mi padre fue oficial del ejército, luego pasó a la Marina y fue uno de los fundadores de la Infantería de Marina y de la Escuela de Grumetes. Creamos una empresa familiar, Deportivos del Campo. Fuimos pioneros y la empresa más grande en carpas y artículos de camping. Fundé Ok Publicidad y asesoré pequeñas, medianas y grandes empresas. Manejé Aguardiente Néctar, con Representaciones Continental, hoy Repco, que, de ser una empresa quebrada, quedó con un 70% del mercado. Tuve la promoción nacional de Seguros Bolívar casi 8 años. Como dato curioso: Efraín Forero era mi cliente más pequeño en Bolívar, él pasó de Inversiones Delta a liderar Davivienda y convertirse en un importante banquero. Con Incelt-Toshiba, la fábrica de electrodomésticos más importante del país, de propiedad de los Dreszer, impulsé el mercadeo de electrodomésticos por cajas de compensación, fondos de empleados, y cooperativas. Creé la revista que generó Venta-Tiempo.

“Usted me pregunta: ¿cómo conviven en un solo cuerpo, el ardor del poeta, la sensibilidad del pintor y la racionalidad del empresario que a diario desarrolla proyectos? Pues bien, gracias al apoyo de mi exesposa, hoy gerente de EMR Medios y Comunicaciones, me dediqué durante un buen tiempo a la Casa de Poesía Silva; también tomé talleres de artes plásticas y me consagré a lo que me gustaba. Creo que tuve una gran influencia de un tío, exmonseñor, casado, luego ´arrejuntado´, él, junto con Camilo, fundaron el Frente Unido, expresidente honorario de las repúblicas socialistas, camarero secreto del Papa, autor de La Violencia en Colombia; quien con su segunda esposa creó y buscó los recursos para iniciar lo que hoy es la ASAB; fue mi compa muchos años, así como Eutiquio Leal. El humanismo lo heredamos de nuestros padres.

“¿Por qué me encanta el liderazgo y el emprendimiento? Quizás por mi experiencia, en su momento, llegué a manejar 40 clientes entre pequeños, medianos y grandes. Así mismo, por el apoyo y amistad de uno de los empresarios que trabajó en el programa que generó los famosos Tigres del Oriente, hoy potencias económicas. Varios de ellos son amigos vigentes. Le agradezco a Los Andes que me enseñó a leer e investigar, me devoraba un promedio de 40 libros por semestre, relacionados con mercadeo y publicidad. Aprendí también a rodearme de amistades de calidad y hoy conservo amigos de hace 50, 40 o 30 años. 

LA FUNDACIÓN

“No fue fácil iniciar la Fundación A trabajar por Colombia. Habíamos perdido la fábrica que teníamos por la apertura y la guerra que se desató en el país. La familia de mi socia, por su parte, se quedó sin las mejores fincas del Magdalena Medio porque fueron víctimas de 5 secuestros por parte de la guerrilla; asesinaron a su padre, que fue gerente de Fedegan y uno de los fundadores del Banco Ganadero. Con ella, profesora de la Universidad Militar durante 22 años, decidimos crear un proyecto de alto impacto socio-económico para apoyar a la población vulnerable, afros e indígenas. Inicialmente se sugirieron bonos ganaderos, temas de casas de cultura, talleres de liderazgo, emprendimiento, siembra industrial de árboles, reforestación, una cooperativa multiactiva, porque mi suegro, con unos amigos, crearon unas cooperativas muy exitosas en su época: Uconal, Cupocrédito y Coopdesarrollo.

“El principal logro es tener hoy una base de datos de casi 700 ejecutivos, que creen en nosotros a nivel nacional, interesados en apoyar nuestros programas. Estamos en proceso de depurar para quedarnos con los realmente comprometidos. Tenemos casi 38 programas, contactos en las regiones de Colombia, y ante el momento político que vivimos, hemos iniciado contactos para implementar nuestros programas en algunos de los 20 países que reúnen organizaciones latino e hispanoamericanas, incluyendo a Portugal y España. Estamos rescatando una comercializadora de frutas que quedó en stand by por el secuestro del socio capitalista español. Él, que fue un empresario muy exitoso que mercadeaba en grandes ligas, es ahora nuestro enlace en España para la Comunidad. Nos estamos concentrando en exportar y generar capital semilla con el café, asesorados por un experto en el tema, uno de los cafeteros más importantes del Huila y del país; y en frutas, guiados por el fundador de Asohofrucol, quien fue su gerente casi 8 años. De este nivel son los líderes de los programas que impulsa la Fundación. Pero no todo ha sido color de rosa. Sufrí una gran decepción al prohibirse mi ingreso a la sede de Uniandinos por haber denunciado actos de corrupción, y a pesar del retiro de más de 15 funcionarios, nunca contestaron a un derecho de petición. Esto me generó una crisis depresiva y estuve tres semanas en la Clínica Monserrat. Créame, eso duele, y duele mucho.

Héctor Cediel Guzmán, director de la Fundación A Trabajar por Colombia. Foto Juan Carlos Guerrero Beltrán para la Revista MOMENTOS.

“¿Qué programas desarrollamos? Mejor los invito a ver nuestro video de presentación en la página web de la fundación y, con gusto, quien desee conocer los programas en los cuales trabajamos, puede invertir o participar en proyectos de alto rendimiento o financiados por crowdfunding. A quienes me escriban les enviaré al mail información puntual. Buscamos Asesoras Doradas y Asesores Dorados que se involucren profesionalmente en los programas, así como aliados en el ámbito nacional e internacional.

“¿Cómo nos proyectamos? Queremos simplemente divertirnos visitando los proyectos, sentirnos útiles vinculando profesionales jóvenes que deseen empoderar proyectos. Creemos más en el RESPETO y la palabra, que en convenios de confidencialidad. Al inicio, fueron años muy duros. Nunca exigimos una cuota mínima, pero ya es hora de asesorarnos para que la Fundación sea manejada por profesionales exitosos. Tenemos que concretar también unas alianzas académicas.

“Mi sueño es crear, con la filosofía del Círculo de Bellas Artes de Madrid, una escuela de arte que rescate el arte figurativo como el MEAM de Barcelona. Ahora se está trabajando también en el guion de tres películas para la SONY, y deseo presentar el proyecto Nudelot a Netflix. Para resumir: A trabajar por Colombia es un clúster de emprendimientos, una incubadora y aceleradora de sueños, donde usted, un familiar o amigo, pueden participar”.

hectorcediel@gmail.com

www.atrabajarporcolombia.org 

EL POETA

Soy Cediel. Héctor Cediel.

He vivido para mis versos

y por eso brota sangre turbia

por entre las comisuras de mi corazón.

Soy la sonrisa de las historias viejas

el poeta a quién se le mueren los sueños

y se le derrumban los castillos de azar.

Soy un sobreviviente de la guerra sucia.

Aún me acecha el hambre de los buitres

Los amigos ya no tocan a mi puerta

solo me rodean extraños desde que despierto

No sé qué germinará de la tierra mañana

Ni imagino al mundo engendrado por el odio

Mis amigos del alma se han silenciado…

Ahora invento a la Primavera

Hace Sol, pero son tiempos invernales

Las manos y nuestras almas se ensuciaron

con la sangre de la inocente indiferencia

Las herraduras de la muerte tallaron

un camino infame hacia la vergüenza

La patria da bandazos como un ave herida

abandonada a la deriva por la cobardía.

Todo mi dolor y heridas son poesía

Hasta el amor fue despiadado

mordiéndome los labios

o arrancándole placer a mi piel con las uñas.

No soy viejo ni joven, pero contemplo

desde las ruinas el umbral de la muerte-vida

Me desnudo. Me despojo hasta de la última prenda

y le grito al amor que no se muera.

Soy Cediel. Héctor Cediel.

EL PINTOR

“Solo soy un pintor aficionado, recuerdo con mucho cariño a mis profes, todos artistas maravillosos. Precisamente doné 3 de mis obras a la Embajada de Polonia, en una reciente exposición para generar recursos en favor de Ucrania. Si alguien desea contribuir y ayudar, le entrego una de mis pinturas con gusto”.