HOTEL RURAL LA ESPERANZA: TURÍSTICO Y AGROSOCIAL

El visionario que imaginó y echó a andar este ambicioso proyecto hace tres décadas es Alfredo Antonio Pupo Gómez, un hombre con la fuerza de un Titán para abrir camino en las montañas de Suesca, Cundinamarca.

FOTOS JUAN CARLOS GUERRERO BELTRÁN

LOCACIÓN HOTEL RURAL LA ESPERANZA SUESCA (CUNDINAMARCA)

Construyó este mágico lugar, rodeado de verde y a 1.800 mts de altura, como un remanso de paz cerca de Bogotá, para pasar en compañía de su familia y amigos los fines de semana, y en las vacaciones poder disfrutar de la naturaleza y la fauna propias de esta exuberante región. Además, alentado con el sueño de que cuando se pensionara ya tendría un refugio dónde ir a vivir el tiempo que Dios dispusiera para él.

Sus amigos de trabajo en el Ministerio y en la Secretaría de Educación, y en las universidades donde trabajaba, disfrutaban en ese entonces del encanto de este sitio a más no dar, iban, y volvían luego con sus familias. “Al principio, dormíamos en el suelo, en juncos comprados, a la orilla de la Laguna Sagrada de los Siete Colores de Suesca; compartíamos también alrededor de una rica chimenea que después de treinta años aún existe. Hoy es el tertuliadero, y sigue cumpliendo el objetivo de embrujar a los que ahí llegan para compartir un canelazo, leer poemas, escribir palabras hermosas a su ser querido… Es una de las estancias más amañadoras de este acogedor hotel”.

Alfredo Antonio Pupo Gómez tiene la calidez y el señorío de un hombre que disfruta el día a día en su existencia; saborea cada experiencia a plenitud con la mejor actitud y con una sonrisa en su rostro. Cuenta con el empuje y las ganas para crear y construir y es de acción, así que ejecuta todo cuanto se propone.

“Lo que más me motiva en la vida para seguir adelante es sentir con mucha fuerza la presencia de Dios en mi vida. Me hace muy feliz ver de nuevo la luz del día, escuchar en mi ventana el canto de los pájaros, sentir el roce de la brisa, el calor del sol, el abrazo de un amigo sincero, degustar el sabor de los alimentos y, sobre todo, que siento que voy con el Padre Celestial de la mano. Mi gran reto para el resto de tiempo que me queda en este planeta es ser feliz, no descuidar a mis seres queridos, sacar adelante el proyecto Turístico y Hotelero La Esperanza, que Dios me ha permitido construir con su orientación, para que todos los que estamos comprometidos con él, aportemos lo mejor y así prestar siempre un servicio de óptima calidad”.

DE SUEÑO A REALIDAD

“El desarrollo del Hotel Rural La Esperanza lleva más de tres décadas, ha sido de construcción permanente, en la medida que se iban recolectando los recursos; en este momento estamos en etapa de mantenimiento correctivo y preventivo de todas las áreas. Nuestros huéspedes y visitantes tienen una gran extensión de tierra con varias montañas para recrearse en ellas, dejar volar su imaginación, y sentir cuando llegan a la cima que están muy cerca del Altísimo y que sus plegarias están siendo escuchadas. Algunas instituciones educativas en diversas épocas del año traen sus telescopios para hacer registro de los movimientos y centelleos de los astros. En las salidas pedagógicas de los colegios y universidades el disfrute consiste en recorrer las montañas, respirar del aire puro y maravillarse al encontrar un universo de fauna y flora fecundo e interesante”.

“Existen túneles construidos por los indígenas y profesionales de otros países, que muestran, a través de los cientos de años de construidos, la técnica utilizada para entramar las moles de piedra, sin mezcla de arena y cemento, tampoco cal y canto, sino la simetría y la plomada, un referente técnico científico para comparar la efectividad con las técnicas utilizadas en tiempo presente”.

“La mina de carbón, denominada La María, se conserva como un museo, testimonio a los héroes del carbón que de manera rudimentaria extraían este producto para el desarrollo del país y para obtener el sustento para su familia. Es un apoyo pedagógico para los docentes y estudiantes porque implementan de manera práctica sus asignaturas de Geología y Mineralogía, resulta un pequeño laboratorio artesanal, que les permite reflexionar acerca del daño que esta práctica le hace a la madre Tierra”.

“El Bosque Encantado de Eucaliptus, la Ruta del Zokan, El Taller de los Sentidos, y los demás senderos ecológicos están diseñados para que personas de todas las edades, de acuerdo con su enfoque y necesidad emocional, se compenetren con la naturaleza para recibir de ella sus regalos”.

“Dos nuevos proyectos están empezando a implementarse, uno es la Ruta del Agua y de la Tierra, sencillamente espectacular, un recurso sensible para agradar a la Diosa del Agua y de la Tierra, como referente espiritual”.

“La Ruta de la Espiritualidad y del Ambiente, inspirada en el trabajo ambiental que se sigue desarrollando en Suba, a través de la Mesa de Educación Ambiental, con más de veinte años de aporte en el fortalecimiento y desarrollo de las prácticas ambientales de las presentes y futuras generaciones de diferentes edades y estrato social. Este grupo de docentes y administrativos es un ejemplo para el mundo por su trabajo responsable y su aporte permanente y generoso a la conservación y fomento ambiental en pro del planeta. La Granja Avegasuana del Hotel La Esperanza es su aliada estratégica”.

“El Museo de lo Cotidiano permite evidenciar en los objetos cómo la mente humana ha evolucionado y evolucionado con las diferentes tecnologías utilizadas, desde una plancha de carbón hasta una de vapor, un teléfono de manivela hasta un teléfono celular de alta tecnología, entre otros”.

“El Museo Erótico es un referente pedagógico que ilustra situaciones desarrolladas por la humanidad en todos los tiempos y en todos los continentes”.

“La Granja Avegasuana cuenta con la producción de las hortalizas que se consumen en el hotel, también para los vecinos de la vereda, y el fruver del municipio. Las gallinas, patos, gansos, piscos gallinetos, son un atractivo para todos, la delicia de su carne y huevos es única, ya que su alimentación es con residuos vegetales de la huerta, como repollo, lechugas, tomate, col, entre otras, y el maíz”.

“Los marranos son alimentados con los residuos del hotel y de la granja, por consiguiente, el sabor de su carne es insuperable. La leche que se obtiene del ordeño de las vacas se utiliza para hacer queso, cuajada, suero, y otros productos.

“Otro plan es un buen paseo a caballo en un día asoleado, y si está nublado es igual de reconfortante, ya que su recorrido es por senderos naturales lejos, del ruido y de otra contaminación, van acompañados por el susurro del viento y el canto de los pájaros, es mágico”.

Alfredo Antonio Pupo Gómez

Un hombre visionario como usted, ¿adónde quiere llegar? ¿Qué planes hay a futuro?

Quiero seguir apoyando al municipio, ofrecer a los clientes que nos visitan el mejor servicio en todas las áreas, y brindar nuevas experiencias para la total satisfacción de nuestros huéspedes. Nos hemos posicionado como el mejor Hotel Rural de Colombia. Buscamos fortalecer la sostenibilidad ambiental con el desarrollo de la Granja Avegasuana, fomentando fuentes de trabajo para las personas de la región, y ser el punto de referencia para promocionar el municipio con sus bellezas escondidas en cada vereda.

¿Qué programas académicos desarrollan y qué empresas y colegios los visitan?

A través de la Granja Avegasuana se adelantan varios proyectos pedagógicos transversales e interdisciplinarios para apoyar el desarrollo de la inteligencia y el emprendimiento, por ejemplo, el proyecto de la Cunicultura cuenta con varios enfoques empresariales: el cárnico, curtiembre de pieles, elaboración de prendas como bufandas, guantes, gorros, llaveros, entre otros.

Nos visitan colegios como el Emilio Valenzuela, Colegio San Viator, Liceo Colombia Bilingüe de Bogotá, Colegio Celestin Freinet, Colegio Colombo  Americano, Colegio Romano Mixto, Colegio Los Arrayanes, Gimnasio Los Andes, Gimnasio Colombo Británico, Colegio Asturiano del Norte, Colegio Emmanuel D´alzon, Gimnasio Moderno, Colegio Rochester, Liceo Colombia de Usaquén, Colegio Tirso de Molina, Colegio Alfonso Jaramillo, Colegio Calasanz, Colegio Nuestra Señora de la Paz, Colegio Real San Jorge, entre otros. Universidades como el Externado de Colombia, Universidad Piloto, Universidad San Martin, Universidad Libre, y muchas más que han sido y siguen siendo fieles aliados que apoyan nuestras iniciativas.

¿Por qué visitar el Hotel Rural La Esperanza es un excelente plan de descanso y vacaciones?

Aquí encuentran un ambiente familiar, atención individualizada, comida vegana, vegetariana, y tradicional, libre de contaminantes. En este lugar tus aliados son el suave murmullo del viento, el canto de las aves, el sonido que hacen las hojas de los árboles cuando las mueve el viento; en un espacio íntimo disfrutas al calor de la chimenea y puedes compartir una copa de vino, música, y una agradable reunión. En las habitaciones encuentras siempre agua caliente, una chimenea cómplice para relajarte al escuchar el sonido de la leña mientras arde y ver las diferentes figuras que forman las llamas del fuego encendido.

La capilla es otro atractivo para realizar eventos como matrimonios, bautizos y otras ceremonias especiales de acuerdo con la ocasión. Existen varios salones para reuniones sociales o empresariales con capacidad de 20 hasta 200 personas. Igualmente se cuenta con una discoteca dotada con buenos equipos y el colorido y la ambientación de la mejor en una ciudad. Contamos con zona de parqueo para buses y carros pequeños, amplias zonas verdes con parque para niños y adultos, área para asados y otras celebraciones. Es un universo natural con muchas actividades para realizar, disfrutar y compartir. 

UNA VIDA DEDICADA A SERVIR

En una agradable y amena charla, Alfredo Antonio Pupo Gómez va relatando su vida: “Nací en la Perla del San Jorge, municipio de San Marcos, Sucre, donde cursé mis estudios primarios, de allí mis padres me llevaron a estudiar interno en el Liceo Bolívar de la ciudad de Sincelejo, donde obtuve mis dos primeros galardones académicos. Con un grupo de amigos fundé un movimiento social de apoyo a las comunidades necesitadas, de igual manera, fui creando otras organizaciones sociales y culturales del barrio donde residía, las cuales me sirvieron de base para sustentar mi trabajo como pedagogo en el Colegio de La Presentación de la ciudad de Tunja”.

“Por haber ocupado el primer lugar como el mejor estudiante a nivel nacional, me daban la oportunidad de ingresar a cualquier universidad estatal sin presentar examen de admisión. El año en que me gradué en la Normal  Departamental Antonio Lenis de Sincelejo, murió mi padre, pero una gran persona que en ese momento era Ministro de Agricultura, Apolinar Díaz Callejas, me brindó su apoyo, y su hijo Eduardo Díaz Uribe, fue el encargado de gestionar ante las universidades mi ingreso a una de ellas, que por la fecha -mediados de diciembre- ya la mayoría había cerrado inscripciones y en la única que se logró realizar la matrícula fue en mi amada y siempre recordada con gratitud la UPTC, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, en esta institución me gradué de Licenciado en Pedagogía y Administración Educativa; en ella también obtuve el título de Magister en Ciencias de la Educación. Como requisito para ascender en el escalafón docente debíamos presentar cada vez cursos de actualización y profundización académica, lo que nos permitía estar al día en los avances tecnológicos y de la ciencia. Me desempeñé como Maestro de Maestros en el centro de Orientación Docente de ASPAEN, y en la Dirección de Investigación de la Secretaría de Educación. En la Universidad Nacional realicé cursos para prepararme para el Doctorado en Educación”.

“Profesionalmente me desempeñé como funcionario en la Delegación del Ministerio de Educación para Bogotá, fui Supervisor de Educación en la Secretaría de Educación; Subdirector de Educación y Cultura del Jardín Botánico José Celestino Mutis de Bogotá. Trabajé como docente de varias universidades, y dirigí el Departamento de Investigación en la Facultad de Ciencias Administrativas y Contables de la Universidad Libre de Bogotá. Obtuve muchas condecoraciones de organizaciones académicas, fui reconocido como Educador Líder por el Senado de la República; y recibí la Medalla al Mérito Educativo por la Alcaldía Mayor de Bogotá, entre otros galardones. Como parte de la gestión realizada, destaco el aporte que hicimos a los empresarios de la educación con el Manual Práctico para la Administración de Establecimientos Educativos y otros de tipo académico”.

https://www.hotelrurallaesperanza.com/

Tels.: +57 3202770011 – +57 3013120994

“Los pequeños empresarios del sector turístico y hotelero no hemos recibido apoyo del gobierno nacional, departamental o municipal; los bancos sí te prestan, pero si por circunstancias adversas no cumples, pierdes la empresa. Cada quien tiene que ingeniárselas para subsistir”.