Andrés Reina: ARTISTA DE LA IMAGEN

Es uno de los creadores visuales más reconocidos del país, captando con su lente a celebridades y personalidades del mundo hispano. También trabaja retratos de contenido social para llamar la atención sobre diferentes temas.

POR FERNANDO MOTTA

FOTOGRAFÍAS Y AUTORETRATOS ANDRÉS REINA

Andrés Reina, nacido en Pradera, Valle, vivió sus primeros años académicos en Cali, en el Colegio San Juan Berchmans, una institución de sacerdotes jesuitas. Posteriormente continuó sus estudios en el Colegio San Bartolomé La Merced en Bogotá. “Desde pequeño -dice- he sido un alumno aplicado y con talento artístico; aprendí inglés, dibujo y, cuando estaba en el colegio, tuve una maestra increíble, Martha Helena Acero, quien me dio las bases en Historia del Arte. Los fines de semana tomaba cursos de pintura con una profesora entrañable y gran creadora, Claudia Rojas, ella me ayudó a direccionar mi pasión por el arte. Mi niñez fue tranquila y, por ser hijo único, me sentí lleno de amor. No puedo quejarme, siempre he contado con el respaldo de mi madre, Aurora Arévalo. La relación con ella es de mucho cariño, de mucho respeto, es una persona muy importante para mí y me siento orgulloso de ella. Además del enorme afecto, siento una infinita gratitud pues he aprendido mucho como hijo y, sobre todo, mi madre ha hecho de mí un ser con una forma especial de ver la vida y aprovechar cada día al máximo”.

¿Qué lo atrajo de la fotografía?

La magia de realizar imágenes que cuenten historias, que hablen de personas, de hechos, el poder captar instantes que terminen siendo decisivos, como lo decía Henri Cartier Bresson, célebre fotógrafo francés de reportería. La fotografía para mí se convirtió en una forma de expresión, se volvió una segunda piel en mi corporalidad y una forma de mostrar mi vida y la de muchas personas, a través de imágenes que reflejen su cotidianidad, sus talentos, la moda, el entorno en el cual se desarrollan, sus luchas, lo que de una u otra manera quieren mostrar al mundo.

¿Cómo fueron sus inicios y cuánto tiempo lleva dedicado a esta profesión?

En la universidad, y debo confesar que el primer semestre de fotografía en la Universidad Javeriana, donde estudié Artes Visuales, no fue sencillo. Creo que fue un antes y un después en las decisiones que tomaría con respecto a mi profesión como artista. Los siguientes semestres de fotografía fueron valiosos y de aprendizaje constante, además por el valor de entender, no solo el hacer creativo, sino comprender que la fotografía puede ser una carrera profesional si se toma con mucho amor y mucha humildad. Siempre le estaré agradecido a la maestra, fotógrafa y artista, Clemencia Poveda Motta, creadora y gestora de fotología, quien me dictó clases en la universidad. Gracias a su pasión por su área, me contagió de ese amor a la cámara, a la luz, a los colores, a las sombras y a las composiciones con concepto, como ella misma siempre me lo recordaba. Mi primera portada salió en la revista Aló, en el año 2007, luego de unos meses anteriores de conocimiento y aprendizaje en el medio para poder entender cómo esto influenciaría mi estilo, mis ideas y el tipo de mensaje que quería dejar con mi trabajo. Gracias a mi madre, que en cierta manera me hizo entender que debía profundizar en estudiar realmente lo que me apasionaba, para poder darle valor a todo el trabajo que llegara. Han pasado casi 17 años desde que empecé, con ganas por surgir como artista visual y ganarme un espacio en una profesión como la fotografía.

¿Qué artistas ha captado con su cámara?

He trabajado con muchos artistas por los cuales tengo gran admiración y respeto. La lista es demasiado larga y puedo dar algunos nombres de personajes a quienes he retratado como el cantante internacional Jon Secada; el maestro Wilfrido Vargas; cantantes como Magic Juan, Jorge González, del grupo Los Prisioneros; actores reconocidos en el medio nacional e internacional como Mario Cimarro, Miguel Varoni, Christian Meier, la querida y talentosa Stephany Cayo, la bella Mabel Moreno, María Elena Doering, la explosiva Lady Noriega, entre muchos más.

¿Qué recuerda de su trabajo con Germán Palomino?

Es uno de los maestros que impulsaron mi carrera como fotógrafo ya que confió en mí desde el primer momento en que me conoció, en el año 2006. Supe que él había sido uno de los gestores para traer a la modelo internacional Naomi Campbell, quien vino al país apoyada por Jasban, para participar en unas campañas de Naciones Unidas, y también para integrar el jurado del concurso de modelaje más importante que había en ese momento: Elite Model Look. Para muchos fotógrafos y maquilladores Germán Palomino siempre representó un ejemplo de rey Midas de la moda en Colombia. Así que cuando yo estaba en mi transición de dejar la universidad y empezar a dar a conocer mi nombre como fotógrafo artista, tomé la decisión de ir a conocerlo. Sin agendamiento logré cruzar un par de palabras con él, y le pedí que viera algunos de mis registros en fotografía. Fue maravilloso ya que me dio un sí rotundo para empezar a trabajar en conjunto con él y aprender a través de sus modelos y de su amplio conocimiento en el mundo de la moda. Él tuvo el ojo para encontrar algo especial en mi labor profesional que le gustó, y hoy en día le agradezco infinitamente por ser un maestro en mi profesión, es alguien a quien quiero y admiro profundamente.

Yo tenía la fiel convicción de buscar un referente artístico de alto nivel y necesitaba con urgencia un mentor en el área de la fotografía, la moda y la belleza, que pudiera darme un concepto de manera profesional y ajena a mi círculo familiar y académico, de manera neutral, sobre mi trabajo como fotógrafo. Así que personas como él y como otros maestros que de una u otra forma han aportado en mi carrera, me han hecho ser la persona que soy dentro de mi espacio laboral y artístico.

¿Cuál es su estilo artístico y qué lo diferencia de otros fotógrafos?

Mi estilo artístico no está encasillado en lo que se mueve dentro del espacio de la fotografía; capto imágenes y las trabajo según las necesidades que crea en cuanto al concepto, a las ideas, a la vibración de colores, a la composición y al trabajo mismo que se esté desarrollando durante cada proyecto, que para mí debe ser considerado como único. En cuanto a diferenciarme de otros fotógrafos, todo radica en dar lo mejor con mi equipo de maquilladores, de estilistas y directores de arte, para que logremos el resultado esperado y que cada sesión sea una experiencia muy positiva.

¿Qué fotógrafos han influenciado su carrera?

Tengo varios fotógrafos que son clave como referencia en mi profesión: Pierre et Gilles, de Francia; el sensacional Richard Avedon, un seductor con la cámara; Helmut Newton, en la moda; y definitivamente grandes maestros como el surrealista atemporal David LaChapelle. De ahí, sumo otros como Annie Leibovitz o Mario Testino que, aparte de ser fotógrafos de moda, son fotógrafos retratistas. Y sin lugar a dudas, en Colombia, tengo grandes fotógrafos a los que admiro como el sublime Rubén Afanador; el incomparable Mauricio Vélez; el talentoso Antonio Betancourt, y la icónica Dora Franco.

¿Cuál es el mensaje que pretende enviar con su trabajo en fotografía de contenido social?

Para mí es importante la fotografía social porque de una u otra forma da voz a aquellos que no tienen voz; le da fuerza, a quienes no poseen fuerza, y aliento a quien no lo tiene. La fotografía social debe ser un espacio para exaltar, promover, denunciar o visibilizar una situación, una idea, una lucha, un ideal o un sueño, y gracias a ello he tenido la oportunidad de realizar varias exposiciones con temática social: mi primera exhibición fotográfica fue en el año 2012 con la directora de feminismo artesanal, Mar Candela, y la Corporación Creartessana con el título “El cuerpo grita lo que la boca calla”, donde a través de las imágenes y con la participación de varias actrices reconocidas, se hizo una denuncia visual frente al maltrato hacia la mujer, y se invitaba a reconocer el auto poder de cada una por su valor ante sí mismas y la sociedad. En el año 2017 tuve el gusto y el privilegio de realizar una muestra fotográfica apoyando a la comunidad LGBT en Theatron, para visibilizar, desde el arte, la libertad de expresión sexual y psicológica, apostando por abrir espacios a nuevos artistas y reconocer la diversidad ante la sociedad.

¿Ha desarrollado trabajos para campañas publicitarias?

Sí, especialmente he trabajado con grandes diseñadores como Liliana Palacio, de la marca Perlina. Recientemente realicé la nueva campaña de moda para la reconocida y talentosa diseñadora de alta costura Lina Cantillo. En el 2007 trabajé con Elia Abuchaibe, y he participado en fotografías para marcas como Bulova, en Colombia, Time Force, y campañas nacionales para Nike, entre otras.

¿Cuál es la magia que logra captar con el lente para que las personas queden satisfechas?

Suele suceder que muchas de las personas con las que he realizado fotografía de retrato, terminan cambiando de manera positiva la forma como se ven a sí mismas, en su físico, y adquieren algunos tips sobre cómo maquillarse, peinarse y proyectarse. La fotografía también es un espacio en el que se trabaja la psicología y el amor propio en las personas, algo que nos permite ir más allá de cómo nos vemos y cómo dejamos que los demás también puedan observarnos desde otros estilos en nuestra manera de destacarnos.

¿Cómo ha evolucionado la fotografía con la nueva tecnología?

Ha evolucionado a gran escala, incluso, ya se está trabajando con inteligencia artificial y creo que un fotógrafo debe estar preparado para poder actualizar sus herramientas, y también dar espacio a nuevos sistemas de creatividad con todo lo que está llegando. Considero que no es solamente cuestión de equipos, no importa que tengan una cámara análoga, digital, o la cámara de celular, si poseen talento, el ojo y la convicción de que lo están haciendo bien, van por un maravilloso camino en el arte.

¿Cuál es el secreto para ser un fotógrafo exitoso?

Reconocer que el trabajo que se hace hoy es bueno, pero el que se haga mañana tiene que ser mejor. Mantener la humildad para reconocer los errores, tener la paciencia para entender lo que se está haciendo y, así mismo, poder mejorar día a día. Y definitivamente seguir al corazón, como dicen por ahí.

Háblenos de la pintura, ¿en qué se inspira a la hora de plasmar los dibujos?

Antes de ser fotógrafo, he sido artista plástico y desde muy pequeño tomé cursos y talleres de arte donde trabajé con técnicas como el óleo, carboncillo, pasteles y tinta china. Ahí fui desarrollando trabajos, como la ilustración infantil, de los cuales me siento muy satisfecho. El año pasado en compañía de una amiga escritora mexicana que se llama Paulina Ballhausen, pude hacer la parte artística de su libro sobre cuentos psicopedagógicos, aportando con mi trabajo de ilustrador artístico.

¿Qué retos tiene en el campo profesional?

Quiero expandirme un poco más en mi trabajo como artista plástico y deseo abrir más este espacio en el arte. Y si llegan viajes o proyectos, aceptarlos y realizarlos. Definitivamente tiene que ser un año muy bendecido y muy aprovechado ya que estoy cumpliendo 40 años de vida. Instagram @andresreinafotógrafo