DOS ARTISTAS, UN SENTIMIENTO

ANA MERCEDES HOYOS Y SU HIJA ANA MOSSERI

“Yo digo que mi mamá era una especie de genio. Talentosa, inteligente, carismática, diligente, sociable, organizada… ¡La cabeza le funcionaba a mil!”.

Textos y Fotos LINDA FOUCRIER

Ana Mosseri estudió Historia del Arte y Literatura en la Fundación Ortega y Gasset en Toledo, España; Filosofía y Bellas Artes en la Universidad de los Andes de Bogotá, Mercadeo de Diseño en Parsons School of Design de Nueva York. Actualmente es profesora de Arte en la Universidad de los Andes y desarrolla sus proyectos como artista plástica. Es la hija única de la reconocida pintora bogotana Ana Mercedes Hoyos, quien falleció el pasado septiembre de 2014, de quien fue asistente y con quien compartió el amor por el Arte. Esta entrevista se realizó en El Bosque Izquierdo de Bogotá en donde se sitúan contiguamente los estudios de las talentosas Ana y Ana Mercedes, en unas hermosas casas diseñadas por el arquitecto y padre de Ana, Jacques Mosseri.

– ¿Qué temas le interesa desarrollar a través de su arte? Generalmente lo que estoy viviendo en el momento, las personas y las cosas que las acompañan, los lugares que frecuento. Ahora estoy volviendo al tema de paisajes de Guasca, con un enfoque más abstracto. Pinto principalmente sobre la cotidianidad, la inmediatez.

– ¿Qué encontró en el Arte que hace que día a día quiera seguir por este camino de creación?

Me apasionan las diferentes manifestaciones de la pintura, la relación con el oficio y cómo puedes hacer atractiva visualmente una temática a través del manejo de los materiales y la técnica.

– ¿Cuál es la serie pictórica o proyecto artístico más difícil que ha hecho?

Un proyecto para el Museo de Arte Moderno de Cartagena, me comprometí a hacer 45 cuadros y al tiempo tenía una exposición en otra galería. Fue muy pesado y muy difícil. ¡Mi hija Helena estaba recién nacida!

– ¿Cómo ha sido el proceso este último año, después del fallecimiento de su mamá, en cuanto a la organización y difusión de sus obras y de su legado?

Yo tenía un compromiso con mi mamá que iba a continuar toda la labor que ella había realizado. Para mí es un trabajo muy importante y valioso. La cabeza le funcionaba perfecto, hubiera podido seguir adelante haciendo obras significativas. Murió en el apogeo de su carrera. ¡Era brillante! Yo tengo el deber de mantener ese legado. Conozco muy bien todo. Hicimos una muy buena labor en cuanto a catalogar y organizar todo.

– ¿Qué le heredó del carácter y qué no?

La sensibilidad, el gusto por los materiales, el hecho de que ser mujer no representa ninguna barrera. Ella era una persona mucho más diligente, más talentosa de pronto, ¡una especie de genio! Era sociable y yo no lo soy, a mí me gusta más la vida privada.

¿Cómo era el temperamento de Ana Mercedes Hoyos?

Era perfeccionista, no aceptaba que nadie que trabajara con ella se equivocara. Tenía una memoria prodigiosa, no necesitaba agendas. Tenía un temperamento fuerte y mucho talento. La relación con mi papá fue muy importante para ella en su crecimiento como artista. Se complementaban muy bien.

– ¿Qué otros temas solía pintar Ana Mercedes Hoyos?

Antes de las palenqueras, por ejemplo, desarrollaba temas como el de las ventanas, arcoíris y cielos. Sus comienzos fueron cercanos al pop art y a las abstracciones geométricas, después vino la época de Palenque, los lazos, y las obras en 3D que fueron uno de sus últimos proyectos.

– ¿Cómo fue que su mamá se interesó en la cultura de las palenqueras?

Se hizo amiga de las palenqueras a raíz de sus frecuentes visitas a un apartamento del que era propietaria en Cartagena. Partía de fotografías que tomaba en Palenque y que llevaba a su estudio para dibujar y luego pintar.

– A su mamá la caracterizan las palenqueras, a Ana Mosseri qué la distingue en sus obras?

Yo creo que la presencia reiterativa de mis hijas y de los lugares que frecuentamos en familia; los paisajes, el verde, el rojo, influencias de lugares como La Sabana, Nueva York, Escocia e Irlanda y algo de fantasía.

“A nivel técnico, loque aprendí de mi mamá se ve reflejado en mi obra, aunque interpretado de una manera diferente. Cada vez soy más minuciosa y perfeccionista como ella».