Ocho lecciones de la pandemia para el mercado laboral

• La mejor manera de minimizar los daños económicos es controlar los impactos sanitarios, al tiempo que se apoya eficazmente a los trabajadores durante los periodos de restricción.

Bogotá, marzo de 2022 – La pandemia generó un sinfín de cambios a nivel laboral, de políticas públicas, e incluso en la manera de relacionarse. En este sentido, el Grupo Adecco llevó a cabo el análisis “Comparando el resultado de las respuestas del Gobierno a COVID-19”  en el que se estudió de cerca el curso de la pandemia y la recuperación económica en 20 países.

Actualmente se han levantado las restricciones a nivel global y en Colombia incluso el Gobierno Nacional anunció que ya no será obligatorio el uso del tapabocas al aire libre en los municipios en los que los niveles de vacunación sean superiores al 70%. En este sentido, presentamos ocho lecciones clave identificadas gracias a este estudio y explicadas por Bettina Schaller, Presidenta de la Confederación Mundial del Empleo, Vicepresidenta Senior y Directora de Asuntos Públicos del Grupo Adecco.

1. Los países que más invirtieron obtuvieron mejores resultados

En general, descubrimos que los gobiernos que más invirtieron en el apoyo a los mercados laborales obtuvieron los mejores resultados en términos de minimizar el desempleo y volver más rápidamente al crecimiento. Singapur, EE.UU., Australia, Nueva Zelanda y Canadá fueron los que más invirtieron en apoyo «por encima de la línea» -gasto público o reducciones de impuestos- y disfrutaron de las recuperaciones económicas más fuertes.

2. Salvar vidas salva la economía

En el momento de nuestro análisis –que concluyó justo antes de la aparición de la variante Omicron– tres países se destacaron por lo bien que habían manejado la pandemia en general, abarcando tanto los impactos sanitarios como los económicos: Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. En los tres casos, los buenos resultados económicos se basan en su éxito a la hora de minimizar la infección.

Corea del Sur, en particular, demuestra que cuando la situación sanitaria está bien controlada, el apoyo económico puede dirigirse de manera eficiente: obtuvo buenos resultados a pesar de gastar sólo el 6,4% del PIB, una cuarta parte de la cantidad gastada en algunos otros países, como Estados Unidos.

3. Los controles fronterizos fueron la principal medida de bloqueo

De forma contraria a la intuición, nuestro análisis no encontró una relación clara entre el rigor de las medidas de bloqueo y los impactos del virus, con una excepción: los controles fronterizos. Sin embargo, creemos que esta conclusión puede tener una utilidad limitada para el futuro, por dos razones.

En primer lugar, es más difícil para los países con fronteras terrestres controlar el movimiento de personas: no es casualidad que Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda sean todas islas. En segundo lugar, hay pruebas abrumadoras, anteriores a la pandemia, de que la movilidad transfronteriza del talento impulsa las economías, por lo que los controles fronterizos pueden resultar rápidamente contraproducentes. Muchos países ya están viendo la escasez de mano de obra vinculada a las restricciones de movimiento relacionadas con la pandemia.

4.Diversas políticas de apoyo a las empresas y a los trabajadores fueron eficaces

En los países analizados, las medidas de apoyo a las empresas incluían créditos, subsidios, exenciones o aplazamientos de impuestos, apoyo a las bajas por enfermedad y planes de compensación laboral a corto plazo, a través de los cuales el gobierno pagaba parte o la totalidad del salario de un trabajador, a cambio de que la empresa lo mantuviera empleado. Las medidas de apoyo a los individuos incluyen el acceso al subsidio de enfermedad, las prestaciones por desempleo y las ayudas económicas directas.

Cuando analizamos qué medidas específicas parecían especialmente eficaces, los datos apuntaban a los sistemas de compensación laboral a corto plazo. Pero no hay una única respuesta correcta: Estados Unidos se centró más en el apoyo a las empresas, mientras que Australia se centró más en los individuos, y ambos obtuvieron buenos resultados.

5.Los independientes y los trabajadores tercerizados necesitan apoyo

En el Grupo Adecco llevamos años llamando la atención sobre cómo muchos programas de apoyo a los trabajadores no cubren el creciente número de personas que no tienen una relación tradicional entre empleador y empleado.

Nuestro análisis mostró que, en muchos países, la pandemia obligó a los gobiernos a tomar en serio este problema por primera vez. Esperamos que lleve a centrarse a más largo plazo en esta creciente clase de trabajadores.

6.El apoyo debe ser rápido y sostenido

De los 20 países estudiados, el Reino Unido ocupa la posición más baja en cuanto a apoyos del gobierno. A pesar de invertir una de las proporciones más altas del PIB: el 19,3%, se identificó que existe un intervalo de varios meses entre el anuncio de la ayuda financiera y la llegada del dinero a las cuentas bancarias. Adicionalmente, el apoyo se retiró antes que en otros países de la muestra.

7.Las vacunas crean empleo

Existe una fuerte correlación entre la rapidez de la vacunación y la recuperación económica. Los dos extremos del espectro quedan ilustrados por Singapur -donde la rapidez en la implantación de las vacunas condujo a un fuerte resurgimiento económico- y Austria, donde las dudas sobre las vacunas frenaron la recuperación.

8.Toda regla tiene excepciones

Nada es sencillo, y hay valores atípicos en las lecciones anteriores. Suecia es el tercer país con mejores resultados económicos, a pesar de estar en el puesto 16 en cuanto a resultados sanitarios. Estados Unidos también obtuvo buenos resultados económicos a pesar de los malos resultados sanitarios. La economía de México se mantuvo resistente a pesar del bajo apoyo gubernamental.

La situación de Covid puede cambiar rápidamente, como vimos con la aparición de Omicron. Pero la lección general para futuras pandemias es clara: la mejor manera de minimizar los daños económicos es controlar los impactos sanitarios, al tiempo que se apoya eficazmente a los trabajadores durante los periodos de restricción para que puedan volver a ser productivos tan pronto como las circunstancias lo permitan.