Martha Lucía Ramírez: ROMPIENDO EL CICLO DEL DOLOR

Martha Lucía Ramírez: ROMPIENDO EL CICLO DEL DOLOR

Diez años de práctica y más de 500 casos documentados, han llevado a esta psicoanalista a desarrollar terapias que liberan a sus pacientes de las historias heredadas de sus ancestros y les permiten alcanzar su verdadero potencial.

POR DIANA HERRERA RUSINQUE

FOTOS @JUANCARLOSGUERREROBELTRÁN / MAQUILLAJE Y PEINADO DANNA IVETH DURÁN GONZÁLEZ

LOCACIÓN JAVIER MURILLO CENTRO INTERNACIONAL DE BELLEZA

Martha Lucía Ramírez Suárez, psicoanalista junguiana.

Victoria (no es su nombre real), una mujer de 36 años, exitosa, dueña de su destino y con una relación de pareja en apariencia estable y afectuosa, un buen día sintió que su vida había finalizado. Respiraba. La sangre continuaba corriendo por sus venas. Pero todo en lo que se fundamentaba su existencia había desaparecido. Fue despedida de su trabajo. Perdió la casa en la que había invertido buena parte de su dinero. Y su relación de pareja finalizó. Todo en una semana. Al llegar a la consulta de la terapeuta Martha Lucía Ramírez, lo hizo con una frase que repetía una y otra vez: “Mi vida se acabó”.

Lo que a oídos de cualquier persona podía parecer una exageración, una frase producto de la situación difícil que atravesaba esta mujer, a ojos de la especialista era en realidad un signo. Un símbolo de algo más que estaba ocurriendo en su inconsciente, y que era necesario procesar para que ella pudiera superarlo. Las pérdidas que su paciente había experimentado no eran una causa. Eran una consecuencia. ¿De qué? Esa era la pregunta que debía responder, valiéndose de las dos herramientas que constituyen la base de su trabajo: la Psicoenergética y la Psicogenealogía.

Palabras curiosas, que no son de uso frecuente como los términos psicología o psicoanálisis. No obstante, cuentan con una base tan científica como estos. De hecho, tienen sus fundamentos en dos investigadores que fueron contemporáneos e hicieron importantes colaboraciones con Sigmund Freud, el austríaco fundador del Psicoanálisis: los psiquiatras Carl Jung y Léopold Szondi.

Herencias generacionales

“Jung –explica Martha Lucía– hizo un aporte fundamental para entender la estructura de la mente humana, al descubrir que la información que tenemos en nuestro inconsciente no viene de la nada sino que se origina en el inconsciente colectivo, en todas aquellas ideas y conceptos que la sociedad instala en nuestro cerebro como quien carga archivos en un computador”.

Y continúa: “Léopold Szondi, por su parte, incorporó la teoría del inconsciente familiar, en donde reconoce que las acciones, los pensamientos y las emociones son productos del ambiente que nos rodea, y que a la vez surgen del ADN heredado de nuestros ancestros: padres, abuelos, bisabuelos… Incluso tatarabuelos. Es un ADN que no solo determina el color de los ojos o la forma de la nariz, sino la manera en la que enfrentamos la vida, nuestras decisiones, el amor, la salud y la prosperidad”.

La mente manifiesta este conjunto de creencias por medio de símbolos: la ropa que usamos, el tic de mirar una y otra vez el reloj para conocer la hora, una enfermedad, o las palabras que decimos. Como la repetida frase de Victoria: “Mi vida se acabó”.

Con base en los principios de Jung y Szondi, Martha Lucía Ramírez se ha adentrado en los terrenos de la Psicoenergética y la Psicogenealogía para ayudar a sus pacientes. Con la primera desentraña la información del inconsciente colectivo para llegar a la individualización de cada uno de ellos, e impulsarlos para que descubran su verdadera esencia, que es su propia energía. Única, irrepetible, poderosa, y que se traduce en energía física, emocional y espiritual. Ese es su verdadero ser.

Con la Psicogenealogía se sumerge en el ADN emocional heredado de los ancestros, que constituye el 80% de la información depositada en el subconsciente del ser humano. “Es entonces cuando encontramos esas historias de enfermedades, abusos, maltratos y escasez, que dejan improntas muy fuertes en sus descendientes”.

Fue lo que le ocurrió a Victoria. Durante las sesiones de terapia con Martha Lucía, descubrieron que el abuelo de la mujer murió repentinamente, a la edad de 36 años. Un acontecimiento trágico para la madre de Victoria, quien nunca lo pudo superar e inconscientemente lo transmitió a su hija. De ahí que, a los 36 años, Victoria perdiera todo de manera abrupta. Su trabajo, su casa y su relación de pareja se esfumaron. Y apareció el símbolo de esta información heredada en la frase: “Mi vida se acabó”.

La clave está en el perdón

Identificar la raíz del problema es el inicio de la sanación. “Es el instante en el que te haces consciente y puedes tomar la decisión de dejar de limitarte y repetir esos códigos aprendidos”, afirma la terapeuta. Dicho así, parece muy sencillo. Pero la verdad es que el proceso requiere de herramientas estructuradas a partir de símbolos, que ayudan a la persona a avanzar en el camino del autoconocimiento de su verdadera esencia.

Y es aquí cuando entra al escenario la Sintergética, una terapia de sanación creada por el médico cirujano Jorge Carvajal, colombiano para más señas, de quien Martha Lucía Ramírez fue alumna. En esta se busca la salud de los individuos como un todo, teniendo en cuenta sus planos físico, emocional y espiritual, y su relación con el mundo que los rodea. Para lograrlo se vale de técnicas provenientes desde la medicina tradicional hasta la sabiduría ancestral.

“Los seres humanos no somos solo este cuerpo físico que vemos –explica–, somos una unidad junto con nuestro ser emocional y espiritual. Lo que ocurre es que en lo físico se manifiestan los símbolos de lo que está ocurriendo en los otros dos planos. Esos símbolos son las enfermedades, las cuales se convierten en maestras porque evidencian conflictos no resueltos. Una enfermedad autoinmune puede ser consecuencia de que no me reconozco a mí mismo. O el dolor profundo de un ancestro a causa de un suceso traumático, puede traducirse en mí como una polimialgia. De ahí que sea necesario trabajar en los tres niveles simultáneamente, con el fin de identificar la raíz de los problemas, superarlos y lograr la transformación”.

Pero, ¿de qué manera se da esta transformación? A lo largo de su formación, sus 10 años de práctica y los más de 500 casos documentados que han llegado a sus manos, Martha Lucía ha descubierto que el proceso se inicia con el perdón. “Mientras no se perdone de verdad es imposible soltar la carga emocional de una situación y los eventos que la originaron se repiten una y otra vez, de generación en generación, hasta que algún integrante del clan familiar decida romper con el ciclo”.

De acuerdo con su planteamiento, es este el motivo por el cual un abuelo muerto a una edad temprana da lugar a una nieta que pierde todo lo que es valioso en su vida a la misma edad. O un desplazado por la violencia de los años 40 en Colombia, tiene en un descendiente a una persona que no logra el éxito financiero. Y ni hablar de la tatarabuela abusada sexualmente, que se refleja en una tataranieta inmersa en relaciones de pareja marcadas por el maltrato o que tolera a un jefe abusador.

Para ayudar al proceso de perdón que conducirá a la sanación, Martha Lucía Ramírez lleva a cabo prácticas que permiten a sus pacientes darles un nuevo significado a estas historias, y les provee herramientas para que descubran que su potencial es otro. Esas situaciones que vivieron sus ancestros corresponden a una historia ajena y les muestra el nuevo destino, su destino, al cual se pueden dirigir.

Yo te sané bailando

Entre esas herramientas está el estudio de su mapa mental, para que comprendan de qué manera lo han estructurado a partir de la información que han recibido, sus estados de ánimo, la visión que tienen del mundo, la perspectiva que conservan de sí mismos y los códigos genéticos heredados. “Cuando pueden apreciar este mapa, tomar distancia de él y manifestar su potencial, ya no se ven a través de sus abuelos. Pasan de un destino obligado e impuesto por otros, a su libre albedrío. Y es ahí cuando se alcanza la verdadera libertad”.

También ha obtenido resultados sorprendentes valiéndose de la DanzaVital®, una técnica que emplea los movimientos dirigidos del cuerpo para identificar y superar vivencias, pensamientos y emociones que influyen en el bienestar integral.

Veamos por ejemplo el tema de la culpa, una antigua compañera de la humanidad. En una sesión de DanzaVital®, Martha Lucía les pide a sus pacientes que la identifiquen como un objeto físico. Moviendo sus manos, sus brazos y sus piernas deben darle forma, color. Y luego, mediante los movimientos del cuerpo y siguiendo el ritmo de la música, les indica que limpien la culpa de sus nombres.

Ella explica: “Hemos hecho esta terapia con las EPS y hemos descubierto no solo que es una poderosa herramienta de sanación que ha ayudado a algunas personas a superar enfermedades autoinmunes sino que, al conducirlas por un proceso de autoconciencia, se han involucrado más activamente en su autocuidado. Esto ha llevado a las entidades a un ahorro en sus programas de salud preventiva”.

Así se cuentan por decenas las personas a las que Martha Lucía Ramírez ha favorecido con sus terapias. Empezando por ella misma, ya que antes de iniciar la práctica en su consulta aplicó en su vida, en sus códigos heredados y en sus símbolos, los métodos que iba aprendiendo. Fue entonces cuando entendió la máxima de su maestro Carl Jung: “El que mira hacia afuera sueña. El que mira hacia adentro despierta”. Y es ese despertar de sus pacientes el que se ha convertido en el propósito de su ser.

 

¿Y cómo es ella?

Martha Lucía Ramírez Suárez es una pereirana que desde muy joven se radicó en Bogotá para estudiar Bacteriología en la Universidad Javeriana y especializarse en Microbiología Médica en Los Andes. Por eso dice –en broma– que desde siempre su vocación fue la de “mirar hacia dentro y descubrir cosas de los demás”. Tiene entre sus ancestros una madre y una abuela docentes. No es de extrañar que en algún momento de la vida siguiera este rumbo, con sendas especializaciones en Gerencia Social de la Educación, y Pedagogía e Investigación en el Aula. Incluso fue directora pedagógica de una institución educativa.

Le interesan los procesos del aprendizaje de la mente. Quizás por esta razón también se aventuró en expresiones artísticas como la danza, la pintura y la escultura. Pero el encuentro con su destino se produjo por cuenta de la Universidad Distrital, que en su momento estructuró una Especialización en Desarrollo Humano con Énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad.

Fue allí donde empezó a comprender los propios patrones de vida heredados de sus ancestros, y entendió el peso tan grande que el árbol genealógico descarga sobre los seres humanos. Conoció la Escuela Junguiana, tomó sus teorías y desarrolló herramientas para buscar su sanación personal. Los resultados la sorprendieron, primero por los efectos que produjeron en ella y por la manera en la que transformaron a su familia.

Su esposo en aquel entonces, un médico, fue quien la impulsó a abrir su consulta, lo cual ocurrió hace 10 años. Desde entonces los pacientes se han sucedido uno detrás de otro y no solo los provenientes de Colombia, también atiende personas de Argentina, España y Estados Unidos. Además, difunde sus conocimientos mediante su página web, al igual que en las conferencias a las que es invitada y en su programa de radio Vive en plenitud y armonía, que se transmite vía Internet en Eco Radio.

www.plenitudyarmonia.com

“HEMOS HECHO ESTA TERAPIA CON LAS EPS Y HEMOS DESCUBIERTO NO SOLO QUE ES UNA PODEROSA HERRAMIENTA DE SANACIÓN QUE HA AYUDADO A ALGUNAS PERSONAS A SUPERAR ENFERMEDADES AUTOINMUNES, SINO QUE LOS PACIENTES SE INVOLUCRAN MÁS ACTIVAMENTE EN SU AUTOCUIDADO, LO QUE SE TRADUCE EN UN AHORRO EN LOS PROGRAMAS DE SALUD PREVENTIVA”.

FUNDADORA DE PLENITUD Y ARMONÍA®, ORGANIZACIÓN PARA EL DESARROLLO DEL POTENCIAL HUMANO, Y CREADORA DE DANZAVITAL®, SISTEMA PSICOMOTRIZ QUE FACILITA EL MEJORAMIENTO DEL BIENESTAR INTEGRAL DE LAS PERSONAS. CON ESTA METODOLOGÍA SE HAN OBTENIDO EXCELENTES RESULTADOS EN PACIENTES QUE PADECEN ENFERMEDADES CRÓNICAS, PSICOSOMÁTICAS Y EN COMUNIDADES CON ALTO RIESGO PSICOSOCIAL.

MARTHA LUCÍA RAMÍREZ SUÁREZ FUE GALARDONADA CON EL PREMIO INTERNACIONAL A LA GESTIÓN Y CALIDAD EDUCATIVA, MÉXICO 2011. ACTUALMENTE HACE PARTE DEL COMITÉ CIENTÍFICO DEL MACROPROYECTO INTERINSTITUCIONAL PEDAGÓGICO E INVESTIGATIVO CARL JUNG ESTUDIOS Y APLICACIONES RED IBEROAMERICANA DE PEDAGOGÍA, A LA CUAL PERTENECEN LAS MÁS PRESTIGIOSAS UNIVERSIDADES DE IBEROAMÉRICA DEDICADAS A INCENTIVAR EL DESARROLLO HUMANO.

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1 Comentarios

  1. ZEN MAR
    noviembre 28, 16:46 Reply
    Excelente actitud.Gracias. mujercde méritos. Felicitaciones de ZEN MAR

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