LOS LIBROS SIEMPRE SERÁN UN REFUGIO
El poeta Juan Manuel Roca, la escritora Olga Bula Escobar y la maestra Rocío Gutiérrez son los artífices de la nueva librería bogotana, El Espantapárrafos. Hablaron con MOMENTOS acerca de su emprendimiento cultural, de la economía del lenguaje y de por qué consideran que las artes deben ser el pan de cada día.
POR MELISSA TOVAR GUERRERO / FOTOS ARCHIVO PARTICULAR
¿Cómo fue el proceso para la creación de la librería El Espantapárrafos?
Como ocurre con tantos proyectos, estos arrancan de una conversación acerca de un oficio que, paralelo al que uno realiza habitualmente, le resulte atractivo y no lo sienta como una interrupción de esa ocupación cotidiana. Esta idea, de crear una librería, cuando el trabajo está ligado al que ya se ejerce, se nos presentó como una bonita opción, inicialmente a Olga Bula Escobar y a Juan Manuel Roca, que hemos compartido en la academia aulas desde diversas posiciones en la Universidad y también en la escritura. Casi al unísono con esto, conocimos a Rocío Gutiérrez quien, por vías diferentes, acariciaba esa posibilidad de crear una librería. Ella también ha ejercido la cátedra universitaria y además, con más experiencia que los anteriores, ha sido librera por mucho tiempo.
¿Cuál es la historia detrás del nombre de la librería?
Juan Manuel Roca siempre ha expresado que nuestra literatura, particularmente la narrativa, peca en muy buen grado de verbosa. Que el ascetismo de la palabra, que algunos denominan “economía del lenguaje” siempre se agradece como lector. Quizá el santo patrón de esa ascética manera de escribir sea San Juan Rulfo, que expresa mucho, hasta en sus silencios. Un día, por esos motivos, Roca decidió ponerle nombre a un taller: “El espantapárrafos” (ese taller lo sigue dictando y ya se anuncia uno de vitrales dirigido por el poeta Manuel Pachón) y afirma que al hacerlo reflexionó sobre lo mejor de la poesía como forma de pensar, del ensayo sin jergas ni grandes parrafadas, de las crónicas que muchas veces expresan más que una fallida novela, como ocurre, según considera, con nuestro Luis Tejada. También como el poder exploratorio que tiene un aforismo. Cuántas veces un pensamiento aforístico, Lichtenberg, Nietzsche o Cioran nos expresan y sacuden más que un ensayo académico.
Inauguraron la librería en plena pandemia, ¿cuáles han sido los mayores desafíos de la apertura con las exigencias de este contexto?
Hay sociedades para las cuales se ha diseñado la perversa consigna de “pan y circo”, pero sin pan. En eso entran sobre todo, los espectáculos, por lo cual creemos que en el espectáculo unipersonal, que es el del lector, un evento de uno con uno mismo, siempre el libro será un refugio. No creemos que tuviéramos que pensar, como tiene que hacerlo y no lo decimos peyorativamente, un comerciante. Es más fácil inaugurar un almacén de ropa interior que una librería, aunque este ejercicio sea aún más interior. Alguien nos preguntó: “¿Una librería en pandemia?, ¿están locos?”, a lo que respondimos: “Díganos algo que no sepamos”. Claro que hay un poco de locura, necesaria para creer que en un país cuya mayor cultura es el desgobierno y donde una pandemia sirve para propiciar un mayor aturdimiento intelectual, el libro podría parecer un lujo. Como creemos lo contrario, es decir que la lectura y las artes deben ser el pan de cada día, preferimos pasar por locos, antes que por satisfechos o acomodados.
El Espantapárrafos también brinda talleres literarios, ¿qué nos pueden contar al respecto?
En la librería, como parte de nuestra propuesta de difusión de lectura y formación de lectores, hemos programado una serie de talleres dictados por expertos o personas con experiencia en la escritura y las artes. En lo relacionado con uno de los talleres que se desarrollan en este momento, bajo la dirección del escritor Juan Manuel Roca, se han venido trabajando aspectos esenciales de la lectura y la creación de poemas. En cuanto al primero, el maestro ha compartido y comentado la obra de autores fundamentales de la expresión lírica clásica y actual. Con relación al segundo, se ha buscado que cada participante perfeccione su escritura a partir de un proyecto poético personal, consolidado con la revisión de algunos de sus textos previamente elaborados, a los que se sumarán aquellos que resulten de los ejercicios propuestos en cada sesión del taller.
Están muy activos en redes sociales, ¿cómo han logrado el equilibrio entre la comunicación virtual con los clientes y la magia presencial de una librería?
Hay una especie de contradicción en esta respuesta. Por un lado, toda lectura es presencial, los ausentes no leen; esto va en dos sentidos, tanto virtual como presencial. De nuestra parte, asumir una posición anacrónica sería subvalorar lo que no sea presencial, ignorarlo, pero obviamente sin olvidarnos de buenas a primeras de la cultura viva. Lo maravilloso del libro es que tiene algo de sesión espiritista, que podemos convocar tanto a muertos como vivos o fantasmas.
Juan Manuel Roca: Además de ser poeta, ensayista, narrador, crítico de arte y periodista cultural es uno de los gestores de esta librería. Ha dirigido talleres y ha sido maestro universitario en el campo de la creación literaria. Doctorado Honoris Causa por la Universidad Nacional de Colombia (2014), Premio Casa de América de Poesía Americana (España 2009), Premio Lezama Lima (Cuba 2007) y Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia (Colombia, 1979), entre otros. Poeta homenajeado e invitado de honor en numerosos festivales del mundo. Entre sus obras publicadas se destacan: Silabario del camino (2016), Temporada de estatuas (2010), Biblia de pobres (2009), Las hipótesis de Nadie (2005), La farmacia del ángel (1995), Ciudadano de la noche (1989), País secreto (1987), Señal de cuervos (1979), Luna de ciegos (1976) y Memoria del agua (1973).
Olga Bula Escobar: Escritora colombiana nacida en Sahagún (Córdoba), de madre antioqueña y padre caribeño. Es egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Externado de Colombia, con estudios de maestría en Ciencias Políticas de la Universidad Libre de Bruselas. Su trayectoria profesional en Relaciones Internacionales la realizó en ciudades como París, Nueva Delhi y Camberra. Su pasión por contar historias la llevó a cursar la Maestría de Escrituras Creativas en la Universidad Nacional y la de Literatura en la Universidad Javeriana. Actualmente vive en Bogotá.
Rocío Gutiérrez: Profesional en Estudios Literarios, Magister en Historia, Magister en Literatura y candidata a Doctora en Historia. Su trabajo con la literatura, los libros, la lectura y su aproximación a la historia –proyectados a jóvenes y grupos diferenciados– le ha permitido encontrar respuestas humanas y difundir la idea de la palabra como una fuerza misteriosa y creadora. Así mismo, ha estudiado los libros como objetos artísticos, de conocimiento y memoria. Se identifica con los lectores de todos los tiempos.
Librería El Espantapárrafos
Calle 45 N. 25 A 66. Teusaquillo / Facebook El Espantapárrafos – Libros / Whatsapp +57 311 454 11 54
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