¿Cuáles son los riesgos de que tus datos personales estén en Internet?

• En una realidad donde cada vez es más difícil distinguir la barrera entre el mundo físico y el digital, se vuelve vital conocer qué son, cómo funcionan y quién defiende los derechos digitales de los ciudadanos.

• El Instituto Brasileiro de Defesa do Consumidor (IDEC) busca fortalecer la coordinación entre el trabajo de los defensores del consumidor, y las comunidades de derechos digitales, enfocándose en la protección de datos personales y de los derechos fundamentales.

Vivimos una era digitalizada, en la que el mundo físico y el digital están cada vez más conectados. Diariamente nuestros datos son registrados: compras, ubicación, búsquedas, rutas de GPS, publicaciones de redes sociales y otros tipos de información relevante. Es decir, casi todos nuestros movimientos pueden ser rastreados. Este uso continuo y cotidiano de la tecnología ha generado desafíos, especialmente porque las y los ciudadanos estamos bajo un constante monitoreo.

Sin embargo, tales actividades cotidianas en línea no son pequeñas acciones sin importancia. Nuestros datos personales, entendidos como cualquier dato que identifica directa o indirectamente a una persona, puede tener consecuencias adversas por su uso inadecuado.

Por ejemplo, desde 2019, el gobierno brasileño estuvo alimentando una base de datos maestra, Cadastro Base do Cidadão (Registro Básico de los Ciudadanos) y, sin realizar una consulta pública, el presidente Jair Bolsonaro firmó un decreto con el que cualquier organismo federal podría solicitar y recopilar datos sobre las y los ciudadanos brasileños. Según el Ministerio de Economía, hasta julio de 2020, 28 órganos habían solicitado acceso a la base, incluida la ABIN (Agencia Brasileña de Inteligencia) y el Comando del Ejército (CEX), los datos van desde registros médicos hasta información biométrica. Una centralización de datos de esta magnitud puede suponer un riesgo para la seguridad con consecuencias como persecución política, ciberataques, robo de identidad, estafas, fraude u otros abusos en contra de la privacidad y de las libertades civiles.

A pesar del riesgo inminente en bases de datos como el Cadastro Base do Cidadão, en Brasil y el resto de Latinoamérica existe una falta de coordinación y entendimiento compartido entre las organizaciones de defensa del consumidor y las organizaciones de derechos digitales, lo cual dificulta la creación de una estrategia y agenda compartida para salvaguardar los datos de los ciudadanos. Ante ello, el Instituto Brasileiro de Defesa do Consumidor (IDEC), trabaja en la construcción de conocimiento y vínculos a partir del diálogo entre ambas comunidades para fortalecer el ecosistema de protección de datos personales en la región.

“Cuando un delincuente tiene acceso a los datos personales de alguien, puede hacerse pasar por el consumidor o por una empresa para estafar[…] Tenemos ejemplos más triviales, como en las redes sociales, cuando la empresa utiliza nuestra información para, de cierta forma, dirigir lo que vemos y no vemos. Pero además, estos datos se pueden utilizar para discriminar objetivamente a cierto tipo de usuarios, como mujeres, población afroamericana, miembros de la comunidad LGBT, etc.”, comenta Diogo Moyses, Coordinador del Programa de Telecomunicaciones y Derechos Digitales de IDEC.

Ante los riesgos que enfrentan los derechos digitales de los latinoamericanos, el proyecto Construyendo puentes entre las comunidades de derechos digitales y protección del consumidor en América Latina de IDEC cobra especial relevancia, pues busca coordinar el fortalecimiento del trabajo de los defensores del consumidor en derechos digitales de la región. Cabe mencionar que el proyecto fue seleccionado por Indela (Iniciativa por los Derechos Digitales en Latinoamérica) como uno de los 6 ganadores a nivel regional, para recibir financiamiento y acompañamiento que le facilite alcanzar sus objetivos.