Sanar el dolor de generación en generación: UNIMINUTO conmemora el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas
Hoy 9 de abril, UNIMINUTO conmemora el Día nacional de la memoria y solidaridad con las víctimas haciendo un llamado a procesos de sanación entre generaciones para construir una cultura de paz.
Casi 10 millones de personas han sido víctimas de la violencia en la historia de nuestro país.
Medellín, 9 de abril de 2025. Según las más recientes cifras del Registro Único de Víctimas (RUV), se han reconocido a 9.888.182 personas afectadas por diversos hechos victimizantes en la historia colombiana; lo que equivale a un 17% de la población actual del país.
En Colombia, la categorización de una víctima está definida principalmente por la Ley 1448 de 2011, conocida como la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras. Se reconocen como víctimas aquellas personas que han sufrido una o más de las siguientes afectaciones: desplazamiento forzado, homicidio de un familiar, desaparición forzada, secuestro, reclutamiento forzado de menores, violencia sexual, tortura, lesiones personales con ocasión el conflicto, atentados, combates y hostigamientos, actos terroristas, despojo o abandono forzado de tierras.
Sin embargo, ¿qué ocurre con las secuelas psicológicas transgeneracionales que va dejando la guerra? ¿Son también víctimas aquellas personas que tienen el dolor y la herida de la guerra heredada de generación en generación?
Al respecto, la profesora Diana Bedoya Ph.D. en Psicología y docente del programa de Psicología de la Corporación Universitaria Minuto de Dios UNIMINUTO Seccional Antioquia – Chocó nos habla de cómo a partir de la guerra hay lecciones que como sociedad hemos aprendido en la tarea que tenemos como colombianos de construir la paz y poder no acabar con las secuelas psicológicas, sino construir a partir de ellas una mejor sociedad.
“Es necesario restablecer las garantías para una vida digna, escuchar a las víctimas y poder ayudar a esclarecer la verdad y a partir de allí generar una cultura de paz que permita que podamos transformar los imaginarios que hemos construido y acercar a los niños y jóvenes a un ejercicio intergeneracional de construcción para la paz” explica Diana Bedoya.
Y en ese sentido, agrega la docente: “el papel de la academia es central porque puede aportar evidencia científica y propiciar espacios de transformación basados no en prácticas extractivistas, sino de acción participativa que permitan visibilizar y legitimar el saber que las comunidades han construido ellas mismas para llevar a cabo procesos de reparación y reagenciamiento social que ayuden a transformar sus territorios”.
La Corporación Universitaria Minuto de Dios-UNIMINUTO, ha articulado un trabajo con sus diferentes facultades, lo que ha permitido desde las agendas regionales construir una trayectoria de “Paces” que impacte comunidades en zonas rurales y zonas dispersas.
“Recientemente en este camino de construcción de paz intergeneracional, trabajamos con el colectivo Tejiendo Memorias de Sonsón, reconocimos sus acciones y saberes en pro de la recuperación y el agenciamiento social y con ellos generamos estrategias para sanar, para curar ese dolor intergeneracional que nos deja la guerra. Esto nos ayuda a construir condiciones que aporten a una vida digna, a una seguridad humana que se transforme de forma estructural y que nos permita superar la pobreza multidimensional y llegar con soluciones innovadoras y sostenibles” explica la docente Diana Bedoya.
Para María Gertrudis Nieto Marín, habitante de Sonsón y víctima del conflicto armado, el acompañamiento de UNIMINUTO ha sido vital en la manera en que permitió organizar los procesos que han hecho desde el Colectivo Tejiendo Memorias y resignificar sus experiencias como víctimas.
“Como víctimas de la violencia, aprendimos a entender no solo nuestro dolor, sino el dolor de los otros. Hemos aprendido gracias a este acompañamiento a continuar nuestros procesos con amor, pasamos de víctimas a ciudadanas. No queremos que nadie olvide lo que pasó en Sonsón, pero sí queremos recuperar nuestras vidas y las de nuestras familias y de este modo sanar y seguir adelante” comenta.
UNIMINUTO resalta el papel de las víctimas en la reconstrucción territorial y el liderazgo que ejercen para construir una cultura de paz, una cultura que pueda sanar de generación en generación y construir a través de la verdad una vida más digna para cada colombiano y colombiana.
Autor
Puede Interesarte
El fin del FOMO: Disfrutar de tu sofá sin publicar nada en redes sociales está de moda
El FOMO provoca ansiedad al no poder asistir a eventos sociales o no poder utilizar el móvil, llegando a derivar en inseguridades, problemas de sueño o baja autoestima. “En contraposición
La experiencia de un colombiano estudiando en Nueva Zelanda
El país oceánico ofrece beneficios atractivos para estudiantes latinoamericanos que buscan crecer profesionalmente a través de este tipo de estudios superiores. Bryann Avendaño es un colombiano que actualmente disfruta de
El Gran Vals, un sueño hecho realidad para ocho quinceañeras en condición de diagnóstico y tratamiento de cáncer infantil
La Fundación María José, desde 2004 se ha dedicado a transformar la vida de los niños y niñas diagnosticados de cáncer, sus familias y la sociedad de nuestro país. Como



0 Comentario
¡Sin comentarios aún!
Puedes ser el primero ¡Comenta esta publicación!