Las cualidades de un Vencedor

Cuando atravesamos decepciones, fracasos, y situaciones dolorosas debemos cuidar nuestros pensamientos.

POR ALFREDO BARRIOS

PRESIDENTE CENTRO CRISTIANO EMPRESARIAL FE EN ACCIÓN

“Jesús le dijo: El que pone la mano en el arado y luego mira atrás no es apto para el reino de Dios”. Lucas 9:62. Si vamos a mirar atrás, que sea para recordar lo bueno.

“Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza”. Filipenses 4:8

Usted puede estar conduciendo su vehículo y recordar un momento tierno con su hijo. Puede que haya pasado hace cinco años: un abrazo, un beso, o algo divertido que él hizo. Pero cuando usted recuerda el momento, una sonrisa aparece en su cara. Sentirá las mismas emociones, la misma ternura y gozo, como si estuviera pasando de nuevo.

Por el contrario, podría estar disfrutando el día, todo está saliendo bien, pero entonces comienza a recordar alguna situación triste cuando usted no fue tratado correctamente o sucedió algo injusto. Poco después estará triste, desanimado y sin pasión.

¿Qué le puso triste? Pensar en los recuerdos incorrectos.

¿Qué le hizo feliz? Pensar en los recuerdos correctos.

– La investigación ha descubierto que su mente de modo natural se inclinará hacia lo negativo. Un estudio descubrió que los recuerdos positivos y negativos son manejados por diferentes partes del cerebro. Un recuerdo negativo ocupa más espacio porque hay más cosas que procesar. Como resultado, usted recuerda más eventos negativos que eventos positivos.

El estudio decía que una persona recordará más perder cien mil pesos que ganar cien mil pesos. El efecto negativo tiene un impacto mayor, teniendo más peso que el positivo. Así es como los recuerdos negativos se almacenan en nuestro cerebro. Lo malo ocupa más espacio que lo bueno.

No avanzará hacia días mejores si siempre está reviviendo las cosas negativas que le han ocurrido.

– Todos hemos pasado por pérdidas, decepciones y cosas malas. Así que esos recuerdos son los que vendrán a la mente más a menudo. La buena noticia es que usted tiene el mando. Sólo porque el recuerdo empiece a reproducirse no significa que tiene que pensar en él. Aprenda a cambiar de canal.

– Es como una costra que se empieza a poner mejor, pero si usted la levanta tan solo se pondrá peor. Las heridas emocionales son así también. Si siempre está reviviendo sus heridas y reproduciéndolas en la pantalla del cine de su mente, hablando sobre ellas y contándoselo a sus amigos, lo único que está haciendo es reabrir la herida.

Todos cometemos errores. Todos hacemos cosas que desearíamos haber hecho de forma diferente. Usted puede aprender de sus errores, pero no deben mantenerlos al frente de su mente.

Debe recordar las cosas que hizo bien: las veces en que tuvo éxito. Las veces en que venció la tentación. Las veces en que fue amable con extraños.

Puede que haya caído, pero enfóquese en el hecho de que volvió a levantarse.

Puede que haya tomado una mala decisión, pero piense en sus buenas decisiones.

Puede que tenga debilidades, pero recuerde sus fortalezas.

Deje de enfocarse en lo que está mal de usted y empiece a enfocarse en lo que está bien. Nunca se convertirá en todo lo que fue creado para ser si está en contra de usted mismo.

Tiene que reentrenar su mente. Sea disciplinado en cuanto a aquello en lo que piensa.

Recopile las cosas positivas de su pasado.

En el Antiguo Testamento, Dios ordenó a su pueblo en la tierra que tuvieran determinadas fiestas Y determinadas celebraciones. Una de las razones más importantes era para que pudieran recordar lo que Él había hecho. Varias veces al año dejaban lo que estaban haciendo para que todos pudieran celebrar. Festejaban que Dios los había sacado de la esclavitud, que Dios derrotó a sus enemigos y que los protegió. Uno de sus requisitos era recordar.

En otro lugar habla sobre cómo ponían lo que ellos llamaban «memoriales». Eran piedras grandes. Hoy día nosotros las llamaríamos marcadores históricos. Las piedras les recordaban victorias específicas. Cada vez que pasaban al lado de ciertas piedras, recordaban un evento. «Esta piedra representa cuando fuimos sacados de la esclavitud. Esta piedra nos recuerda cuando nuestro hijo fue sanado. Esta piedra representa cómo Dios proveyó para nuestras necesidades Tener esos memoriales les ayudaba a mantener frescas en sus memorias las obras de Dios. Del mismo modo, usted debería tener sus propios memoriales.

Cuando mire hacia atrás en su vida, debería recordar no cuando fracasó, no cuando pasó por un divorcio, no cuando su negocio cerró, no cuando perdió a ese ser querido, no cuando el jefe le ofendió. Eso es recordar lo que usted debería olvidar. Debe cambiar al otro canal.

Recuerde cuando conoció al amor de su vida, recuerde cuando su hijo nació, recuerde cuando consiguió ese nuevo puesto, recuerde cuando el problema de pronto cambió, recuerde la paz que sintió cuando perdió a un ser querido. Recuerde la fortaleza que tuvo en ese tiempo difícil. Parecía oscuro, y no creía que vería de nuevo un día feliz, pero Dios cambió la situación y le dio gozo en lugar de tristeza, belleza en lugar de cenizas, y hoy usted está contento, sano y fuerte. Todos deberíamos tener nuestros propios memoriales.