ARACELY GUZMÁN DE ÁLVAREZ: Historia de una admiración
Bogotá D.C., 29 de enero de 2023. La querida señora madre de nuestro colega y amigo Carlos Gustavo Álvarez Guzmán descansó hoy en la paz del Señor. Una mujer admirable, digna de entrañable afecto, respeto y admiración. La Potty, como la llamaron sus familiares y amigos, protagonizó varias de las publicaciones de su hijo, periodista, escritor y productor multimedia, entre ellas, Lecciones Financieras de Mamá; también en el audiolibro ¡Chef!, y en el libro digital «111 Historias de Mujeres Triunfadoras», incluido en la serie LA FUERZA + PODEROSA DEL MUNDO.
Nuestras sentidas condolencias a sus hijos Carlos Gustavo y Luz Mery, a sus nietos, familiares y amigos.
En homenaje a la memoria de La Potty, transcribimos el texto dedicado a su valiente e inspiradora historia de vida y superación.
Bogotá D.C., mayo 11 de 2019. Mi madre se llama Aracely. Es de Venadillo, Tolima, un pueblo ardiente de Colombia.
Va a cumplir 95 años.
La violencia partidista la expulsó de su tierra, la lanzó con mi abuela María a buscar un futuro en Bogotá. En la fría capital de Colombia.
Aprendió a escribir con el Método Palmer de Caligrafía. Tenía una letra grácil y hermosa, que no pudo volver a dibujar sobre ningún papel, cuando la maculopatía le borró la claridad central de sus ojos.
Pero en esa gélida Bogotá, cuyo núcleo fue destruido en el luctuoso 9 de abril de 1948 –cuando a ella la devolvieron de Casa Toro, donde trabajaba y a la que acudió puntual a su jornada de la tarde a pesar de esa orgía de balas–, aprendió Taquigrafía por el Método Gregg, a escribir a máquina, contabilidad…
Fue en la Academia Remington Camargo (con la señora Elisa, me recuerda ella con su memoria prístina), que quedaba en un segundo piso, cerca de La Gran Vía donde se suicidó el magistral caricaturista Ricardo Rendón. En la Carrera 7ª entre calles 18 y 17. Muy cerca del Tía.
También rememora mi Mamá Aracely, que estudió en la Academia Paciolo. Fundada en 1934, por Leonor Álvarez de Lizarazo y José Ignacio Lizarazo Díaz. Mi mamá habla hoy, como si fuera ese lejano ayer, de doña Leonor, que así la ha llamado siempre.
La Academia quedaba en la Carrera 8ª, entre calles 5ª y 6ª. Mi mamá y mi abuelita María vivían por ahí. Imagínenla caminando de ida y vuelta hasta Casa Toro –que también había comenzado a rodar en 1934 con carros Ford, y quedaba en los números 27-81 y 27-85 de la Carrera 13–, mientras el pueblo desbordado vengaba el crimen de Jorge Eliécer Gaitán y la injusticia de la pobreza soterrada.
La lucha por la vida
Mi Mamá quedó sola cuando mi papá, que había conocido en Casa Toro, se marchó poseído por su propio drama.
Ella, sola, respondiendo por mi abuelita, mi hermana Luz Mary y por mí.
Era joven y bonita. Alegre. Tenía el pelo largo y ondulado. Bailaba con gracia las melodías que tocaban las orquestas de Lucho Bermúdez y Pacho Galán, en los amplios salones de los clubes de antaño.
Laboró en varios sitios. Hasta que llegó a una empresa llamada Proficol, a una cuadra de dónde vivíamos, en el Barrio Santa Fe, antes que lo atraparan la prostitución y la delincuencia.
Era cajera.
Allí se pensionó.
Y se enfermó de los pulmones con los olores de plaguicidas como el Paration, que escalaban el aire desde la bodega.
No existían las ARL. No había protección.
Mi mamá lloraba por las noches cuando no alcanzaba el dinero. Y ese era un momento realmente crítico. Porque nadie manejaba sus ingresos como ella, estirándolos como mágica moneda. A ese sentido que nos enseñó cada día de nuestra infancia y buena parte de nuestra adolescencia le dediqué mi libro Lecciones Financieras de Mamá.
Mi Mamá vivió después una vida tranquila, en general, y únicamente agobiada por episodios adversos a su salud.
La maculopatía que ya mencioné. Y a la que se sobrepuso, manteniéndose autónoma e independiente. Y con milagros, como cocinar mejor cada día a pesar su limitación visual.
Ella me enseñó a cocinar. Me escribió en un cuaderno sus recetas, una manual obra de arte plasmada con su bella y caligráfica letra.
Mi gratitud fue escribirle y grabarle ¡CHEF!, el primer audiolibro digital en formato de radionovela hecho en Colombia, un trabajo inolvidable que hicimos con mi amigo grande Yezid Vanegas.
Noticias de un accidente
Mi Mamá Aracely se ha negado siempre a perder la libertad. El pasaporte de su movimiento autónomo.
Y hacía, sola, caminatas de quinceañera que me dejaban el alma en vilo.
Un día de sus 92 años, mientras iba por el andén con sus talegas de mercado, un vendedor ambulante de frutas y chucherías la atropelló con su carromato desbocado.
–No la vi, señora –-le dijo.
Y se fue.
Le partió la cadera derecha.
Fueron días de pesadilla.
El doctor Álvaro Díaz Granados Santos, Jefe de Traumatología y Ortopedia de la Clínica Shaio, le dijo que la operación era de cuidado. Pero si ella la autorizaba, él se comprometía a que siguiera caminando por la vida.
–Haga lo que considere necesario, doctor –le dijo ella–. Pero yo no quiero estar postrada en una cama.
La recuperación fue lenta. El doctor Álvaro nunca dejó de alentarla. Ni de sorprenderse de hallar una viejita con tantas ganas de vivir y de caminar.
Su esfuerzo por recuperar el movimiento, con fisioterapias y ejercicios heroicos, fue descomunal.
Hoy mi Mamá se desplaza lentamente con su bastón. Ya casi no sale de su apartamento. Ni hace recorridos de epopeya.
Va acompañada al centro comercial. A la peluquería. A que le arreglen las uñas. A que le despunten su fastuoso pelo blanco.
Oye cada día menos. A pesar de los audífonos…
Mi Mamá es invencible.
Ha inspirado mi vida.
Ahora tengo lágrimas en los ojos.
Aracely.
Gracias, Mamá.
Autor
Puede Interesarte
MUSEO EDGAR NEGRET: EL LEGADO DE UN GENIO
La pasión creadora del maestro payanés Edgar Negret lo condujo por un proceso de constante evolución, con una rigurosa disciplina en el ejercicio místico del arte. Su poderoso talento artístico,
Nicolás Samper PARTÍCIPE DE UNA ORIGINAL TERTULIA QUE ESTÁ EN LA JUGADA
Es el presente de la radio. Su inteligencia, agilidad mental, calidez y bagaje cultural le dan autonomía para oficiar con propiedad como maestro de ceremonias, comentar con autoridad un encuentro de
Lincoln Palomeque estelariza «Perfil Falso», nueva serie de Netflix
Un sexy perfil en un app de citas se convertirá en el detonante de una historia llena de drama, suspenso y muchas mentiras. Lo único real es el deseo. Miami,
0 Comentario
¡Sin comentarios aún!
Puedes ser el primero ¡Comenta esta publicación!