La inclusión laboral construirá una mayor resiliencia empresarial

• El reporte del Grupo Adecco, ‘The Inclusion Imperative’, demuestra que la crisis ha desatado cambios económicos, estructurales y comportamentales, lo que ha obligado a las compañías a repensarse en todos los aspectos.

• El 40% de las organizaciones están dispuestas a generar aceleración, automatización y reconfiguración de los puestos de trabajo y el 26% de las empresas esperan reducir su inversión en infraestructura.

Bogotá, junio de 2020 – En este momento de incertidumbre, muchas compañías se enfrentan a decisiones difíciles a corto plazo para sobrevivir en el mercado. Es de real importancia comprender que las decisiones que se tomen ahora, tendrán implicaciones a largo plazo en la economía. Por lo tanto, la inclusión y la diversidad, deben ser dos factores a tomar en cuenta, especialmente es esta coyuntura, si una organización espera potencializar la resistencia y la creatividad en su ambiente de trabajo y su negocio.

Como un primer paso para abordar la inclusión laboral en esta emergencia sanitaria, es imprescindible tener en cuenta que si bien la COVID-19 está afectando a la mayor parte de la población, no todas las personas se ven afectadas por igual. El reporte global del Grupo Adecco, ‘The Inclusion Imperative’ identificó que los ingresos, la edad, el sexo, el origen étnico, la orientación sexual y el estado de discapacidad, juegan un papel importante en la probabilidad de que una persona contraiga el virus, así como en el tipo de consecuencias económicas que podría enfrentar.

A corto plazo, las empresas tienen la oportunidad de demostrar su compromiso con la inclusión, como ayuda financiera para el personal desfavorecido,  apoyo proactivo para el cuidado de la salud mental de los empleados y en la transición al trabajo remoto.

A largo plazo, los líderes deberán repensar todas las facetas de las formas de trabajo de su empresa: brindar más flexibilidad para adaptarse a las circunstancias únicas de cada empleado, difundir el poder de decisión en toda la organización, adoptar un enfoque más sistemático para obtener retroalimentación y forjar decisiones, reconociendo que los rasgos de carácter que emergen durante la crisis pueden ser tan importantes para el éxito organizacional como para las calificaciones convencionales; y garantizar la accesibilidad de todos los procesos.

El más reciente reporte del Grupo Adecco, The Inclusion Imperative, demuestra que la crisis ha desatado cambios económicos, estructurales y comportamentales, lo que ha obligado a las compañías a repensarse en todos los aspectos: desde sus cadenas de suministros hasta cómo distribuir el trabajo. Actualmente se está creando una oportunidad única de instaurar una fuerza de trabajo mucho más inclusiva y diversa en todas las jerarquías de las compañías.

“Las empresas que sepan aprovechar el talento y las habilidades de sus colaboradores en su totalidad serán más resilientes en el futuro, logrando más creatividad y adaptabilidad frente al cambio que presente el mercado”, establece Nicolás Corredor, Gerente de Mercadeo, Comunicaciones y Sostenibilidad de Adecco Colombia.

Las organizaciones que brindan apoyo personalizado a su personal y socios considerados como población vulnerable durante la pandemia, generarán confianza y compromiso. A medida que la crisis empiece a pasar, las compañías tendrán la oportunidad de diseñar lugares de trabajo post-COVID donde se demuestre que realmente ven la inclusión y la diversidad como principios fundamentales.

El COVID-19 ha llevado a replantear los modos de operación. Uno de los hallazgos del estudio global, indica que los colaboradores consideran que el 49% de las compañías están planeando convertir el teletrabajo una opción permanente en los cargos que lo permitan. Adicionalmente, se identificó que el 40% de las organizaciones están dispuestas a generar aceleración, automatización y reconfiguración de los puestos de trabajo y el 26% de las empresas esperan reducir su inversión en infraestructura. La crisis ha presentado a las organizaciones una oportunidad sin precedentes para institucionalizar la inclusión y diversidad en sus valores, procesos y estructuras.

Las organizaciones que se apropien de la inclusión y diversidad para la era post-COVID saldrán no sólo como sobrevivientes a la pandemia y a la crisis sino que se habrán transformado. Esto entendiendo que una compañía con personas de diferentes nacionalidades, religiones, condiciones socioeconómicas, identidad sexual, entre otras características, tendrá la posibilidad de potencializar la creatividad e innovación en su interior gracias a la diversidad de los pensamientos de sus colaboradores.