Cómo lograr bienestar integral

Una de las secuelas más graves que ha dejado la pandemia ha sido el considerable deterioro de la salud mental. Los altos índices de ansiedad, depresión, estrés, violencia y suicidios que se vienen presentando en todas las edades de la población mundial nos muestran un panorama bastante alarmante y desalentador.

POR MARTHA LUCÍA RAMÍREZ SUÁREZ

Especialista en Desarrollo Humano

Desde hace unas tres décadas la salud mental viene ocupando las agendas de la OMS, la OPS y de los gobiernos, debido a la creciente manifestación de estos trastornos emocionales porque inciden directamente en la calidad de vida, en la salud física y en la productividad de las naciones. También representan un gran obstáculo para alcanzar el bienestar integral, el libre desarrollo humano y, por ende, para el progreso social.

Resulta paradójico que en la medida en que se ha venido dando un desarrollo tecnológico –que ha impactado a la humanidad en la comunicación, la medicina, el entretenimiento, la educación, la cultura y las oportunidades de negocios globales– el bienestar integral se viene desdibujado. ¿La razón? La tecnología lleva a la mente humana a enfocarse completamente en el mundo exterior y a vivir supliendo necesidades externas cada vez más demandantes, como el estatus, el prestigio, la apariencia física ideal, la fama, la fortuna y la felicidad.

Todo esto desconecta al individuo de su naturaleza esencial y de sus necesidades interiores como ser humano. Estas son: el desarrollo de una conciencia de unidad, que le permite verse y sentirse como un ser espiritual unido desde el amor a su entorno (incluida la madre tierra) y a los seres. En este nivel de conciencia se expresa naturalmente desde los valores y los principios fundamentales; desarrolla un sentido de trascendencia para construir excelentes relaciones humanas; y lo introduce en una conciencia de participación social activa desde la equidad, la tolerancia frente a la diferencia, la inclusión y la generosidad.

La segunda necesidad del ser es la conquista de su libertad, entendida desde el desarrollo humano como la capacidad para expresar los dones, talentos, las capacidades y habilidades de cada persona, que la hacen única y valiosa en la sociedad; y a que desde ahí escoja y se proponga un proyecto de vida coherente con su esencia y con sus anhelos profundos. Vivir cotidianamente desde estas premisas lleva a altos niveles de satisfacción personal, y a alcanzar el maravilloso estado de plenitud que aporta las bases para el logro del bienestar integral. La libertad se alcanza cuando el ser expresa su autenticidad y el autoempoderamiento, asociado con la responsabilidad.

Cuando una persona se conquista a sí misma haciéndose cargo de sus pensamientos, de sus emociones, de sus decisiones y de sus accione –inspirados en su ser interior– vive con sentido, plenitud y armonía, colmada de bien-estar en todas las áreas.

Como especie del planeta Tierra hemos avanzado exteriormente en comodidad, en tecnología, en seguridad… sin embargo, como seres humanos la evolución en conciencia interior atraviesa un estado crítico y nuestra supervivencia como especie está en riesgo.

Te invito a tomar conciencia desde tu ser y a hacer una autoevaluación de satisfacción de cada uno de los ámbitos (personal, de pareja, relacional, laboral, financiero, de contribución social y de conciencia de la Tierra). Después pregúntate si estás siendo auténtico y autónomo en la toma de tus decisiones cotidianas. Reflexiona si estás viviendo de acuerdo con los anhelos de tu alma, o con los sueños vendidos por las redes sociales y los medios de comunicación. ¿Tu proyecto de vida es claro, corresponde con el desarrollo y la manifestación de tu autenticidad, y te lleva a la conquista de tu autoempoderamiento? Abrazos de luz.

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